Cuando esperamos un bebé, nos obsesionamos con la cuna, la ropa, los pañales.
Pero la verdadera preparación empieza en otro lugar: en ti, en la familia y en la manera en que planearán el desarrollo de su nueva vida. No se trata solo de “estar listos” para el parto, sino para los días, semanas y meses que siguen.
La llegada de un bebé transforma todo. La mejor manera de vivirlo es anticipar lo que puedas y aceptar lo inesperado. No busques ser perfecta: busca estar preparada para cuidarte mientras cuidas.
1. Preparar el hogar para que te cuide a ti
Tener un lugar seguro para el bebé es importante, pero también lo es que tu casa esté organizada para que tú no tengas que hacer esfuerzos innecesarios. Esto significa:
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Zona de lactancia o alimentación: un rincón cómodo, con cojín, agua a mano y todo lo que uses durante las tomas.
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Cambiador accesible: no necesitas uno en cada habitación, pero sí un lugar práctico que no te obligue a subir y bajar escaleras o caminar de más.
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Congelar comidas: nada te va a agradecer más tu yo del futuro que abrir el congelador y encontrar una comida lista.
2. Acuerdos claros con tu pareja
La llegada del bebé es un momento en el que las expectativas no habladas pueden generar fricciones. Mi recomendación es que tengan conversaciones honestas antes del parto:
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Tareas domésticas: quién cocina, quién se encarga de la ropa, cómo se manejarán las compras.
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Visitas: establecer límites claros. Hay visitas que ayudan y visitas que cansan.
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Descanso: planificar turnos, incluso si uno de los dos no está de baja laboral.
Recuerda: cuando cada uno sabe qué esperar del otro, se reduce la sensación de que “todo recae sobre mí”.
3. Construir una red de apoyo real
Este es un concepto que repito mucho: no críes sola. La red de apoyo no se improvisa el día que llegas a casa. Debes identificar antes quién puede ayudarte y en qué:
Preguntas frecuentes
¿Qué cosas realmente necesito tener listas antes del parto?
Lo básico: un lugar seguro para dormir, pañales, ropa cómoda para el bebé y para ti, y elementos para tu higiene. Todo lo demás puede ir llegando poco a poco.
¿Cómo puedo organizarme con mi pareja para el cuidado del bebé?
Hablen antes de qué tareas asumirá cada uno, incluyendo el cuidado nocturno, las compras y la gestión de visitas. Esto evita sobrecarga y resentimiento.
¿Qué es una “red de apoyo” y cómo puedo crear una?
Es un grupo de personas dispuestas a ayudarte de forma concreta: traer comida, cuidar al bebé unos minutos o escuchar. Empieza identificando quiénes están dispuestos y qué tipo de ayuda pueden dar.

